La playa puede ser un escenario veraniego perfecto para que el frenchie disfrute, ya que tendrá la oportunidad de correr por la orilla, bañarse y de jugar con el agua. Sin embargo, no todos los perros se sienten confiados ante la inmensidad del mar. El perro que nunca haya estado en la playa o que no esté acostumbrado a ella desde su etapa de cachorro puede mostrarse inseguro, en un escenario que le resulta desconocido.
En este sentido, José Luis Torres, veterinario de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid (SPAP), recomienda tener paciencia hasta que el perro se acostumbre, de manera progresiva, a la playa y nunca obligarle a bañarse o a entrar en contacto con el agua, si el animal no quiere.
Cada perro es distinto, y hay actividades playeras que a unos les gustará más que a otros. Los dueños son quienes mejor conocen a sus perros, por lo que es cuestión de probar y experimentar lo que más le gusta hacer a nuestro amigo en la playa. A continuación se enumeran algunas propuestas:
Tras un intenso día de playa, conviene retirar los restos de salitre que queden en el pelo, y en la piel, del perro. La sal marina reseca la piel del animal, y conviene eliminarla con un aclarado con agua limpia.
Por otro lado, si el perro usa collar antiparasitario, tenga en cuenta que es recomendable retirarlo antes del baño. Los collares que repelen pulgas y garrapatas pierden sus propiedades al mojarse con el agua de mar.