¿Su frenchie arrastra el culete por el suelo? Detrás de esta conducta, a menudo tomada injustamente de forma cómica, puede haber un problema de salud serio. Y su origen está en las llamadas glándulas anales del animal.
«Los sacos anales son dos pequeñas glándulas situadas dentro del ano de perros y gatos, a ambos lados del mismo, encargadas de liberar una sustancia similar al aceite y muy olorosa», explica la veterinaria Wendy Brooks, en un estudio publicado en la revista científica ‘Veterinary Partner‘.
Estos elocuentes efluvios traseros son utilizados por los perros y felinos para comunicarse: son potentes señales olfativas que sirven para hacer partícipes a otros canes de que una perra está lista para aparearse, si un can tiene miedo o si, por el contrario, tiene ganas de jugar.
Pero, ¿sabe usted localizar estas importantes glándulas? Esta expresiva animación le ayudará a aprender dónde están las glándulas anales de su perro o gato. Sólo necesita hacer doble clic sobre el dibujo.
La mayoría de los animales son capaces de vaciar sus sacos anales solos. «Sin embargo, muchos de nuestros perros han perdido esta capacidad, por lo que el líquido se bloquea y puede obstaculizar el orificio, causando un problema de salud importante», añade la veterinaria.
La alimentación pobre o no equilibrada de nuestros peludos amigos está muchas veces detrás de estos problemas, que incluyen infecciones y, en el peor de los casos, ruptura de los sacos. Si detecta sangre en la zona, es importante acudir al veterinario de forma urgente.
Los perros que no son capaces de vaciar las glándulas arrastran su culete por el suelo, con la esperanza de que este movimiento les ayude a descargarlas. Además, lamerán su culete de forma insistente o perseguirán su cola para lograrlo con asiduidad.
Otros perros con las glándulas anales obstruidas se muestran incómodos, caminan con sus colas hacia abajo, tapan la zona e, incluso, pueden negarse a caminar, como consecuencia de la molestia.
Un bulldog que arrastra su ano por el suelo con frecuencia puede necesitar ayuda para vaciar sus glándulas. La forma más sencilla es acudir al veterinario: el vaciado de los sacos traseros del perro puede ser doloroso para el animal, por lo que unas manos profesionales siempre serán una valiosa asistencia.
Si uno decide intentar el vaciado de las glándulas anales del perro en casa, el primer paso es asesorarse y aprender bien de su veterinario antes de aventurarse.