Pulgas o garrapatas son culpables de la aparición de diversos problemas dermatológicos, como la dermatitis.
Las pulgas que pican al perro le provocan un picor que tiene como consecuencia un rascado compulsivo que le causa una irritación en la piel denominada dermatitis alérgica por picadura de pulga. Esta afección se caracteriza por ocasionar inflamación y rojeces en la piel.
Las pulgas y las garrapatas, además de provocar irritación en la piel, pueden producir graves enfermedades parasitarias o infecciosas , como la ehrlichiosis canina. Por ello, es fundamental mantener a raya a estos parásitos con productos específicos y eficaces , que además sean respetuosos con la piel del animal.
La piel puede presentar problemas, como prurito (pequeños granos) y otras irritaciones o rojeces debido a alergias alimentarias o a agentes externos, como el polen.
La dermatitis atópica es la patología de la piel de origen alérgico más habitual en ellos. Los síntomas que alertan de esta enfermedad en el perro son: picor, prurito, enrojecimiento y sequedad.
La alergia al polen, la picadura de insectos y determinados alimentos son los causantes habituales que desencadenan esta patología en la piel canina.
Golpes, quemaduras, atropellos o accidentes domésticos tienen consecuencias para la piel del perro. Según el tipo de lesión de que se trate y su gravedad, el tratamiento consistirá en el uso de antisépticos, apósitos, antibióticos o pomadas antiinflamatorias, que siempre prescribirá el veterinario.
«Los traumatismos en los perros suelen producirse en el ámbito doméstico», asegura María Victoria Acha, veterinaria. La cocina es uno de los lugares de la casa donde los perros, sobre todo si son cachorros, pueden sufrir accidentes que les provoquen quemaduras, cortes y golpes que afecten a la piel.
Por ello, es recomendable evitar el acceso a los lugares donde el animal puede resultar accidentado y sufrir lesiones dermatológicas.
Los tumores cancerígenos en la piel (carcinoma), quistes sebáceos, adenomas (similar a una verruga) o los melanomas (manchas en la piel) «son afecciones dermatológicas habituales en el perro», explica Imanol Sagarzazu, veterinario y dermatólogo. Los perros mayores, a partir de 11 años, son más propensos a padecer este tipo de patologías dermatológicas.
Las consecuencias son inflamación, cúmulo de líquido o grasa en su interior, enrojecimiento u oscurecimiento de la piel. Por ello, precisan tratamiento específico, según el caso y grado de gravedad que el veterinario determine.
Si órganos vitales como el hígado del perro están enfermos, la piel refleja el estado interior del can a través de su color o textura. Enfermedades metabólicas, como el síndrome de Cushing, la diabetes en el perro y el hipertiroidismo también afectan a la salud de la piel canina, lo que se puede traducir en úlceras, llagas y cicatrización dificultosa de las heridas.
Este tipo de enfermedades metabólicas son más habituales en perros mayores – a partir de los 11 años-.
Algunos consejos ayudan a que tu peludo amigo mantenga su piel en forma.
Artículo por: Eva San Martín(Consumer.es)