El cuidado de nuestro frenchie pasa por cubrir todas sus necesidades, que no son solo físicas, sino también psíquicas y sociales, de este modo podremos ofrecerle a nuestro compañero peludo una verdadera calidad de vida.
Una de las patologías más complejas que pueden sufrir los bulldogs son las hernias discales. El concepto «hernia» es sinónimo de una estructura que se sale de su posición anatómica natural, por lo tanto, cuando hablamos de hernias discales nos referimos a patologías que afectan a los discos intervertebrales de la columna, que causan una compresión en la médula espinal cuando se salen del canal medular o se abultan.
Si bien es una patología compleja, en numerosas ocasiones el pronóstico es muy positivo, en este artículo te mostramos cuáles son los síntomas y soluciones de la hernia discal.
La hernia discal es una enfermedad degenerativa de los discos intervertebrales y es una de las más frecuentes que sufre el perro cuando muestra inmovilidad o dificultad para mover las patas traseras. Se produce una compresión de la médula espinal cuando el material discal sale del canal medular (extrusión) o se abulta (protrusión). Este fenómeno, generalmente, produce dolor y disfunción en la medula espinal que, se puede ver reflejado en diferentes grados; incoordinación al moverse, el perro deja de andar, se arrastra o hace movimientos costosos (paresia o parálisis de las extremidades) y problemas para realizar sus necesidades. Para combatir el dolor el animal adopta posturas antiálgicas como llevar la cabeza baja o arquear el dorso (espalda) en la zona de la lesión.
Cuando hablamos de hernias discales en perros podemos diferenciar tres tipos distintos:
Son las que corresponden a razas condrodistróficas (pequeñas, columna larga y piernas cortas) como el caniche, téckel, pequinés, cocker…, en animales jóvenes de 2 a 6 años. Se produce una degeneración condroide del núcleo pulposo con una posible calcificación de éste (metaplasia condroide). El núcleo se convierte en material cartilaginoso, se endurece y hace que las fibras dorsales del disco se rompan y que el material salga al canal intervertebral (extrusión hacia el canal medular) dando una compresión aguda y focal. Las razones puenden ser movimientos bruscos en la columna tales como: saltos, caídas, golpes o, subidas y bajadas del sofá. La compresión es aguda aunque el problema puede ser debido a una causa aguda o una evolución de micro traumatismos.
Corresponden a razas grandes no condrodistróficas como el bóxer, labrador, pastor alemán, rottweiler…en animales adultos de 5 a 12 años. La evolución es lenta al largo de su vida y los problemas se manifiestan más tarde. Se genera una protrusión gradual del contenido del anillo fibroso discal que se ha ido degenerando a lo largo del tiempo (metaplasia fibrosa). El material está intacto; se produce una compresión focal, lenta y progresiva (mielopatía).
Es posible que, razas no-condrodistróficas den degeneraciones discales del tipo I a cualquier edad del animal.
Son extrusiones agudas, severas y que cursan con mielomalacia progresiva generando en muchos casos el fallecimiento del animal.
El veterinario deberá diagnosticar el tipo de hernia discal, para lo que empleará distintas pruebas, ya que con una radiografía no es suficiente, por lo que se puede optar por realizar una mielografía, que es una técnica que permite ver el estado de la médula a través de un contraste. También puede utilizarse TAC o resonancia magnética.
A través de estas pruebas, además de identificar el tipo de hernia discal, podrá observar en qué grado de deterioro se encuentra el disco intervertebral afectado. Distinguimos los siguientes grados de deterioro:
Cuando el bulldog sufre de inmovilidad o dificultad para mover las patas traseras, frecuentemente puede estar manifestando una hernia discal, que puede advertirse a través de los siguientes síntomas:
Para el diagnóstico de las hernias discales el veterinario debe conocer muy bien la historia clínica, la edad, los signos clínicos que presenta el animal y realizar un buen examen neurológico.
Mediante radiografías de columna se puede ver si existe disminución del espacio intervertebral pero no es posible saber cómo están los discos intervertebrales a no ser que estén calcificados; por lo tanto,es difícil ver el material herniado y para ello es necesario realizar una mielografía.
La mielografía es una técnica que permite ver la silueta de la médula mediante la introducción de contraste yodado alrededor de esta (espacio subaracnoideo). Al recorrer su contorno, permite saber donde se encuentra la compresión.
Existen otros métodos complementarios como el TAC (Tomografía Axial Computerizada) y la Resonancia Magnética Nuclear con los que también se puede diagnosticar el punto exacto donde se ha producido la hernia discal. En estas pruebas es necesario anestesiar al perro.
La operación de la hernia discal es el tratamiento de elección para los casos de grado III, IV y V. Se trata de una operación que generalmente ofrece un buen pronóstico, consiste en la extracción del material discal herniado para así provocar la descompresión de la médula espinal. En especial si el can sufre una hernia avanzada, que ha llegado a alcanzar el grado V de deterioro, es crucial actuar con rapidez y operar al animal lo antes posible.
Los cuidados post-operatorios deben centrarse en la prevención de úlceras por decúbito, de infecciones urinarias y atrofias musculares.
Como hemos mencionado anteriormente la operación es el tratamiento de primera línea para los grados III, IV y V, para los grados I y II existen dos opciones más que pueden ayudar a tratar la hernia discal de tu frenchie, conocidos clínicamente como tratamientos de conservación:
Si en un periodo de una semana no se ha observado ninguna mejoría o bien ha sufrido algún tipo de agravación, se debe operar sin mayor demora.
La rehabilitación de la hernia discal canina puede requerir de diversas estrategias, como el uso de una cinta de correr, calor a través de una lámpara infrarroja o estimulación. Muchas de estas técnicas buscan disminuir el dolor, permitir que el frenchie recupere completamente su sensibilidad y facilitar que pueda volver a tener un paso normal, empleando en la recuperación la mínima carga de peso.
Resultará de gran importancia que el propietario se comprometa a seguir el programa pautado, tanto en las técnicas de rehabilitación como en el tratamiento farmacológico.
En todo caso debe ser el veterinario el que nos indique cómo debemos actuar en nuestro hogar tras la operación y qué precauciones debemos tomar para procurar a nuestro peludo amigo una pronta recuperación.
Cuando hablamos de la hernia discal en frenchies, así como de diversas patologías, es importante mencionar que algunas terapias alternativas y complementarias pueden resultar de gran utilidad para facilitar una idónea recuperación, estamos hablando de la acupuntura para perros y la homeopatía. Si quieres comprender mejor cómo son los tratamientos homeopáticos te recomendamos que leas cómo actúan los productos homeopáticos para perros.
En casa se deben tener unos cuidados especiales para los animales que sufren hernias discales. Estos cuidados son recomendables en caso de estar bajo tratamiento o no:
Es muy importante crearles una rutina de ejercicios y entorno para ayudar a mantener al frenchie confortable y mejorar su calidad de vida.Una vez superada la fase de recuperación de la operación o en caso de decidir no operar al perro que conserva la movilidad de las patas delanteras, podemos mantener su movilidad y estado físico paseando con la ayuda de sillas de ruedas para perros.
También podemos consultar con nuestro veterinario o fisioterapeuta animal la idoneidad de utilizar tratamientos de electroterapia.
Este artículo es meramente informativo, en Frenchies & Friends no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu perro al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de síntoma o malestar.
Fuente del artículo: Ortacnis.com y Espertoanimal.com
Imagén de la Voz de Galicia.
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