Convivir con un bulldog francés implica unos gastos necesarios. Sin embargo, es posible ahorrar sin descuidar las atenciones que precisa el perro y que él devuelve con creces. Este artículo explica nueve pasos necesarios para reducir los gastos del frenchie con seguridad. Entre ellos, planificar los desembolsos en una hoja excel, organizar las visitas al veterinario con cabeza y acceder a los descuentos en la comida para animales.
Pero, en época de crisis, se impone el ahorro. A continuación se ofrecen nueve pasos para reducir los gastos del perro con seguridad.
El ingreso medio de un español fue de 9.321 euros en 2012, dice el INE. En algunos casos, mucho inferior. La cantidad implica tener que estirar el dinero. Y sobre todo, planificar los gastos del perro con detenimiento.
El primer paso para lograrlo es elaborar una hoja gastos que incluya las vacunas, alimentos y revisiones veterinarias. Conocer la cantidad que se paga es la primera pauta para lograr equilibrar las cuentas en casa.
Lo ideal es ordenar la información por meses y por conceptos, para planificar las partidas y no llevarse sorpresas. Una sencilla hoja de cálculo excel puede resultar de gran utilidad.
La atención veterinaria de un perro cuesta unos 200 euros al año de media, calcula el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid. Vacunas, revisiones, limpiezas bucales en profundidad y atenciones más específicas, en caso de que el animal padezca una enfermedad que lo implique son parte de esta factura.
¿Cómo sostener o reducir el gasto médico del bulldog? «Para ello, conviene distribuir las visitas al veterinario», concluye un estudio realizado por la farmacéutica CEVA.
«Los veterinarios recomiendan que el perro les visite dos veces al año. Entonces, lo ideal es repartir las citas y hacerlas coincidir con las vacunas y desparasitaciones para evitar consultas innecesarias», aconseja la etóloga veterinaria Victoria Ramiro.
Otra premisa del ahorro es no saltarse las revisiones veterinarias. Los chequeos implican una inversión inmediata, pero previenen enfermedades que pueden ocasionar gastos mayores en el medio y largo plazo, remacha Ramiro.
Piensos, latas, chucherías para el frenchie. Cada año se venden en España 284.199 toneladas de alimentos para perros, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía.
El precio de un alimento de perro de gama alta oscila entre los seis y siete euros el kilo, en función de las marcas. Sin embargo, un modo de ahorrar es adquirir sacos de comida más grandes: si se adquiere uno de 15 o de 20 kilos, el precio se suele reducir casi a la mitad.
Otro modo de ahorrar y de adquirir alimentos de buena calidad para el bulldog a un precio más económico es realizar la compra por Internet. Esta opción permite comparar precios y optar por ofertas interesantes, solo válidas on line.
Antes de comprar un accesorio para el frenchie, conviene pensar a largo plazo. «Si hay que comprar una cama para el bulldog es importante pensar que el perro crecerá con el tiempo, y optar por otra un poco más grande», señala Ramírez.
Si se adquiere una colchoneta pequeña cuando el animal es un cachorro habrá que repetir la compra una vez que el frenchie crezca. Mejor es, por tanto, elegir una grande desde el principio.
Abrigos para el frío, chubasqueros para la lluvia… Fabricar en casa algunas de las prendas que el bulldog pueda necesitar resulta sencillo y económico. Basta algo de maña.
Crear la ropa del frenchie en casa no es la única opción para ahorrar. Otra posibilidad es recurrir a los mercadillos de segunda mano y reutilizar algunas prendas en desuso que haya en el armario para adaptarlas al perro.
Un bulldog necesita juguetes y mantener su mente ocupada. Sin embargo, no es necesario gastar dinero para ofrecer al perro un divertimento interesante. Una posibilidad es fabricar en casa los juguetes.
Conviene combinar esta opción con una buena dosis de propuestas entretenidas que no precisen objetos materiales. Para ello, los paseos por la montaña y algunos juegos que ejercitan la inteligencia del perro son unos recursos muy interesantes.
La llegada de un cachorro a casa puede resultar un quebradero de cabeza. Los pequeños perros, aún no educados, son propensos a destrozar zapatos, plantas e, incluso, parte de los muebles de la casa. Estos estropicios implican un gasto extra evidente.
Estas partidas de dinero se pueden eludir, ya que existen algunas pautas para evitar los destrozos del cachorro.
La educación e, incluso, recurrir a un profesional en caso necesario, puede resultar también más una inversión que un gasto cuando existe un problema de conducta continuado en el perro .
Articulo por Eva San Martin(consumer.es)