Es suficiente que suba al vehículo de vez en cuando y lo olisquee e inspeccione con calma. El perro no asocia el coche con un medio de transporte para recorrer distancias largas. No es indispensable en su vida, por lo que se debe darle tiempo para que lo acepte en su vida, como un elemento que no supone un peligro y que conlleva una experiencia positiva.
Es posible realizar trayectos cortos cuando él, ya se ha acostumbrado al vehículo. Si en ese tiempo se muestra tranquilo, hay que premiar su comportamiento. Una felicitación verbal y una caricia son suficientes para que comprenda que ha hecho lo que se espera de él. El primer objetivo es asocie el viaje en coche con una experiencia positiva. De esta manera, dejará de lado los nervios y el rechazo hacia el coche.
Evitar los mareos es importante para que no tenga miedo a viajar. Para conseguirlo, se puede hacer lo siguiente:
La legislación obliga a tener una barrera física que separe al perro del conductor, ya que está prohibido llevarlo suelto en el coche. El perro debe ir colocado en el asiento trasero, separado por una red para evitar accidentes.
Un cachorro que viaja por primera vez en coche se puede trasladar en brazos para evitar que con los bandazos se maree. En otros casos, el receptáculo específico para que viajen los perros es una buena solución para que estén tranquilos. Allí se les puede colocar una manta o colchón para que estén cómodos, un plato con agua y un juguete, para que se sientan como en casa. Hay varias opciones para preservar la seguridad de todos los pasajeros del vehículo:
– Instalar redes o barras metálicas que separan el coche en dos compartimentos: el delantero del conductor y otro a su espalda. Se pueden colocar delante de los asientos traseros o delante del maletero, si este se abre hacia el interior del vehículo (coches de cinco puertas).
– Otra forma de trasladar al perro consiste en colocar un arnés especial, que se sujeta al cinturón de seguridad del asiento trasero. En ese caso, el perro viaja sentado o tumbado sobre el sillón, en el mismo lugar que una persona.
– También podemos introducirlo en su cesta de viaje o transportín y colocarla en los asientos con nosotros.
El perro no debe viajar asomado por la ventanilla, ya que hay peligro de contraer otitis y registrarse accidentes. Tampoco puede viajar en el maletero porque se puede asfixiar. Hacer paradas durante el trayecto ayudará a evitar mareos, nerviosismo y cansancio. El perro aprovechará para estirar las patas, hacer sus necesidades y beber agua con tranquilidad.
El perro puede adquirir conductas inadecuadas en el coche. Estos malos hábitos de los perros en el coche se pueden dividir en varios comportamientos:
Artículo de Carolina Pinedo (consumer.es)